sábado, 29 de diciembre de 2012

La Sensibilización ante el Cambio Climático

05 de Diciembre de 2012

Hoy en día cada vez menos gente en el mundo duda que el cambio climático existe y es un evento global en marcha que afecta toda la humanidad, indistintamente de su nivel de desarrollo. Existen suficientes argumentos científicos que vinculan parte de la responsabilidad a procesos inducidos por la acción civilizatoria del hombre.

No se trata de negar o afirmar su existencia, sino de entender porqué es tan difícil en Venezuela generar políticas públicas en este sentido. Formular políticas públicas, tiene como objetivo responder a un problema público; pero, cabe preguntarse lo siguiente: ¿Es el cambio climático visto como "un problema publico"; ¿está el venezolano común y organizado, demandando atenciones en este sentido?; ¿o más bien será que estamos ante una continua advertencia de científicos preocupados por un devenir difícil de exponer?; ¿está el venezolano dispuesto a asumir el "costo" que sobre los modelos de consumo implicará el tomar medidas para atender este asunto?

Dentro de las respuestas a estas preguntas se esconde la raíz fundamental de la dificultad de formular políticas públicas sobre cambio climático, y es la sensibilización.

Por su propia naturaleza, el ser humano se adapta más rápido a lo que lo afecta, que a lo que lo pudiera afectar; y cuando son muchos los problemas que pueden afectar su bienestar probablemente se les preste menor atención por ser percibidos como una "amenaza más lejana".

En Venezuela, si hacemos un ejercicio y le preguntamos a alguien ¿considera usted. al cambio climático un problema que afecte su vida diaria? Muy probablemente la respuesta sea: no. La razón principal de esta respuesta es que si colocamos el cambio climático en la misma lista que la inseguridad, costo de la vida y vivienda, difícilmente se catalogue al cambio climático como un problema; porque entre otras cosas las evidencias del cambio climático en países tropicales pueden confundirse con evidencias de otros fenómenos de menor intensidad y complejidad.

El "pregón científico" sobre el tema termina pareciéndose mucho al dodecálogo de un horóscopo ante oídos que no ven en el cambio climático una realidad que les afecta, una suerte de "predicción sobre un futuro incierto" que invita al venezolano de hoy en día a especular sobre su modo de vida. Un modo de vida que necesariamente implicaría cambios de hábitos de consumo y de comodidades por costumbres un poco más sensatas si se entiende al planeta como un préstamo más que como una propiedad.

Ante un problema que no se ve como tal, con unas evidencias "difusas" y ante predicciones inciertas y contradictorias, se hace cuesta arriba tomar posición por medio de la formulación de políticas públicas; si no se cuenta con una profunda sensibilización ante el tema.

Una sensibilización que es necesaria y fundamental para impulsar acciones más desde la convicción en función a las posibles consecuencias que desde los argumentos y evidencias científicas. En el fundamentalismo religioso, hacer el bien se fundamenta más en promesas ante expectativas basadas en ideas como "temor a Dios, el juicio final y la dualidad cielo−infierno" que en la satisfacción personal que tal ánimo puede producir; aun cuando nadie que viva, ha evidenciado la existencia de aquellos escenarios futuros. Esta analogía, aunque parezca extrema, ilustra muy bien que la profundización de sensibilizar a la gente sobre las implicaciones del cambio climático es casi un asunto de fe.

Lamentablemente la sensibilización es un árbol cuyos frutos tardan en aparecer, iniciativas como la Cátedra Libre de Cambio Climático (CLCC) de la UCV en escuelas, universidades y en los diferentes modos de organización social son muy necesarias y requieren abrirse a otros investigadores, que contribuyan a fortalecimiento con el debate, llenándose de paciencia y voluntad para lograr llevar a través de la educación, formación y divulgación, la convicción de las implicaciones del cambio climático hasta la fibra interna de cada venezolano, de manera que en el futuro deseable las políticas públicas sobre cambio climático sean formuladas orientadas a una población sensibilizada y conocedora del tema, responsable de su destino y el de sus próximas generaciones. Ojala no estemos lejos de ese momento.

Autor: Rafael Rebolledo
Doctorando, investigador especializado en el desarrollo de modelos ambientales y estudios del Cambio Climático. Fue delegado de la comisión negociadora de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés).




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